Una noche de navidad

24/6/08



No suelen gustarme las tradiciones. Repetir cada año con automática exactitud lo mismo llega a cansarme. Pero con las reuniones familiares del 25 de diciembre no me sucede lo mismo. Me encantan. Cuando son las ocho nos movemos con la sincronización de quien parece haberlo ensayado. Subimos al cuarto para amordazar a la abuela María Antonia (ya sabeis por qué), encendemos los 255.000 voltios de nuestro árbol de navidad particular y le damos a las ecuatorianas la noche libre. Eso sí, que no perreen hasta las tantas porque por la mañana hay que limpiar el estropicio de la fiesta.

Invitamos a toda la familia, incluído a mi tío Fernando (ya mencionado), con el cual mi padre no habla excepto en el trabajo, ya que son socios en una de las empresas que heredaron del abuelo. Pero la navidad del 2003 fue distinta. Vimos entrar a un hombre de aspecto desaliñado y yo le dije a mi padre que llamara a seguridad, que se había colado un hippie. Pero el hippie resultó ser el novio de mi hermana Cayetana. Mi padre le tendió la mano como buen caballero pero no pudo ocultar en su mirada indignación y repudia por la elección tan mediocre de mi hermana.

Siempre fue la oveja negra de la familia desde que salió con aquel filólogo que arreglaba aires acondicionados, pero esto fue aún peor. Cayetana y aquel hippie dijeron que se querían, pero no podía permitir que la relación creciera y yo fuera cuñado de un tipo que escuchaba a Manu Chao. Empleé mis artes en hacer que la relación naufragara y finalmente lo conseguí. Mi padre estuvo orgulloso de mí.

5 Comentarios. Comenta tú:

PATY ABRAHAMSSON dijo...

NO DECIAS QUE TU ABUELO SE LO DEJO TODO A UNA ASOCIACION BENEFICA??

Perséfone dijo...

A mi me encantan las tradiciones, será que estoy muy chapada a la antigua.

Es curioso ¿Por qué se respira tan mal ambiente aquí? Con lo bueno que parece este blog...

Anónimo dijo...

Que poca consideración la de tu hermana! No puedo creer que seais de la misma familia. Que poco gusto y que poca consideracion hacia su propio apellido.

Le hiciste un favor, aunque ella no lo sepa....


xDDDDD


Saludos :)!

Alejandro Robles Jr dijo...

Mi abuelo cedió todo su patrimonio excepto dos empresas de vino y una de ladrillo a mi padre y mi tío. Mi abuelo aún vivía cuando mi padre y mi tío comenzaron a dirigir los negocios, por lo que en contra de su voluntad se las cedieron.

PATY ABRAHAMSSON dijo...

AJA CASI TE PILLO.. UN BESITO.