Una lluviosa noche de otoño

21/6/08


Hay cinco delincuentes que desearían volver atras en el tiempo para no revivir la noche en que asaltaron la casa de los Robles.

Fue una lluviosa noche de otoño. Manila, la sirvienta ecuatoriana que tantas veces he mencionado, se encontraba ordenando la parte exterior del cobertizo en el jardín bajo la lluvia torrencial. No penséis que somos inhumanos, antes de mandarle al exterior aquella noche le dimos una aspirina complex para disminuir las posibilidades de que se constipara. De repente vio a cinco encapuchados saltar la muralla, que debía estar electrificada como siempre, pero esa noche por motivos desconocidos estaba desconectada. Manila intentó huir, pero sus piernas evidentemente eran muy cortitas, y los asaltantes la atraparon y ataron a un árbol. Sin embargo, Manila gritó alertándonos de la intrusión y todos nos pusimos en guardia. Mi padre llamó a la policía (ya que las alarmas se encontraban desconectadas) y yo envié a Valmaseda a que luchara contra los encapuchados. Recibió una fuerte paliza, pero fue un acto heróico.

El sonido de las sirenas de la policía provocó la huída de los asaltantes. Yo corrí hacía la habitación de Conde, que naturalmente esa noche no estaba en el exterior para evitar que se constipara, y lo exhorté a que atacara. Conde fue tras ellos, pero de repente giró y comenzó a morder a Manila, que seguía atada al árbol. La seguridad privada de mi padre hizo acto de aparición pero yo ordené que dejara marchar a los encapuchados, que comenzaron a escalar la muralla exterior. Justo en ese momento accioné el sistema de electrificación y recibieron una potente y merecida descarga.

Valmaseda se recuperó poco a poco de sus heridas y la señora ecuatoriana hizo gala de una enorme fuerza cuando comenzó a trabajar dos semanas después del ataque de Conde, a pesar de lo feo de sus heridas. Quizás el hecho de que no podíamos pagarle la baja le ayudó a recuperarse mucho más pronto de sus heridas. Ese es mi fallo, me gana el corazón.

3 Comentarios. Comenta tú:

Anónimo dijo...

manila es la mejor. es la heroina de la historia, casi se la come el perro.

Anónimo dijo...

Oh cielos! Que gesta la de mi admirado Valmaseda, es mi héroe indiscutible!

Por cierto, me voy a tomar la libertad de enlazar vuestro blog al mio, asi siempre lo tendré accesible para no perderme ni una sola de las aventuras de la fabulosa familia Robles y su fiel escudero Valmaseda.

xD

Saludos.

PATY ABRAHAMSSON dijo...

BUENISIMO TE VOY A ENLAZAR EN MI BLOG