El peregrino

1/10/08

Creo que la vida no ha sido del todo justa conmigo. Si pensais que por el simple hecho de tener más dinero que imaginación en como gastarlo no puedo no ser feliz, os estais descubriendo mucho más materialistas que yo. Es cierto que el dinero te da felicidad, pero también el amor, y temo no ser tan afortunado en esto. Estoy harto de modelos exhuberantes, con senos del tamaño de Almudena, la concursante de Gran Hermano, que solo me ofrecen horas y horas de placentero sexo sin compromiso auténtico. Estoy algo cansado de todo eso.


Pensé en las posibles respuestas a esta desdicha emocional y me acerqué a la religión y aquel hombre de Jerusalén que se paseó por Oriente Medio en calzonas blancas y sandalias predicando una doctrina de amor y hermandad. Quizás había pecado en algún momento de mi vida, como cuando le daba cordero a Conde, mi perro guardián, mientras las sirvientas comían la inmasticable chuleta que Valmaseda no podía, o no se atrevía, a digerir. Cosas de las que me arrepiento. Y aquella noche soñé algo extraño. Jesús el salvador, en persona, se presentaba en mis sueños y me decía "Has de hacer penitencia por tus pecados". Jesús estaba radiante, con aquel polo de Ralph Lauren y sus pantalones de pinza cortos y zapatillas Converse. Pensé en lo que había dicho, Freud diría que era mi subconsciente que me decía que tenía que hacer algo para expiar mis demonios.


Fue entonces cuando cogí mi cochecito de golf y me decidí a realizar el camino de Santiago. Yo veía a los peregrinos que me miraban con una expresión que no acierto a encuadrar entre asombro o desprecio. Fue agotador, aunque fue un acierto por mi parte traer a Valmaseda para que condujera por mi durante la noche. Fue una maravillosa experiencia, que me gustaría que todos la tuvieramos algún día, y noto como mi suerte mejoró mucho desde entonces. A continuación, el carrito de golf con el que hice la travesía.

3 Comentarios. Comenta tú:

Anónimo dijo...

Ese chocito es de lo más espiritual, un icono, se parece la del papa y todo, y si él puede, ¿por qué no tú?

Anónimo dijo...

Para que luego digan que careces de espiritualidad...eres un ejemplo para la sociedad actual, tan desarraigada y sin valores. xDDD

Cris dijo...

Buena anecdota ya veo que la humildad no es tu fuerte,jajaja

Seguiré por aquí.

Besitos.
Cris