Mi gran boda española

14/10/08

Toda historia tiene un final. Después de un mes de relación, si se le puede llamar de ese modo, llegó el momento en que debía contraer matrimonio con Rosy. Debíamos pagar aún muchas deudas, pero no míseras deudas de solo dos millones de pesetas como teneis ustedes. Estabamos en bancarrota y a punto del embargo. Me reuní con Rosy y respiré profundo.

- ¿Quieres casarte conmigo?
Ella se lanzó a mis brazos. Sin duda, de haber pasado algún policía por el lugar, en la oscuridad y con la cara que tenía Rosy, le habría disparado pensando que algo me estaba atacando. Pero por desgracia no pasó ningún policía.
- Sí.
"Joder" pensé en aquel momento. Y de este modo comenzaron los preparativos de la boda. Nos casaríamos en la catedral de la Almudena, donde unos meses antes se había casado un viejo conocido de la familia con una que presentaba el telediario, por lo que toda la familia de Rosy viajó a España y se instaló en nuestra mansión.

No era consciente de lo que estaba a punto de hacer hasta que casi había ocurrido. Me casaría con la mujer menos agraciada que conocía, dicho de un modo sutil, pero por otra parte todo dependía de ese enlace. Recuerdo que me asaltaron las dudas a medida que el día de la boda se acercaba. Cosas que antes tenía claras y me había resignado a los acontecimientos se me antojaban dudosas y confusas. El día que hicimos el amor por segunda vez me decidí a cortar los preparativos de la ceremonia. Quise llamar, antes de anularlo todo, a mi amigo más inteligente pero no encontré su teléfono, de manera que llamé a mi amigo Marcos. Le comenté mis deseos de acabar con todo antes de que se me fuera de las manos, pero Marcos me dijo que mi futuro dependía de aquella unión y que considerara la posibilidad de no arruinar la economía y reputación de la insigne familia Robles. Debí haber seguido buscando el número de mi otro amigo.

Decidí ser valiente y no eludir mis obligaciones. La boda seguiría adelante. Al menos hasta que una tarde Rosy llamó a mi puerta. ¡Me dijo que me abandonaba y que anulara los preparativos de la boda! Según me enteré más tarde, había conocido a un tipo que la trataba como si fuera la mujer más bella del mundo, y lo más extraño es que no era un disminuido. ¡Rosy me había abandonado a mí! Pero cuando aquella herida a mi orgullo cesó pensé que ya todo estaba perdido para la familia Robles. Me ví de repente trabajando en el Corte inglés, como casi todos los que estudian filología inglesa. Pero algo sucedió cuando entré, desanimado, en casa.
- La familia Robles gozará de los poderes de la familia Capagne, todo está solucionado.
Me dijo una voz a mi espalda, y cuando me giré quedé estupefacto.

7 Comentarios. Comenta tú:

Pots dijo...

Sitios bazofia como este son hoy en día un encanto y esfuerzo de imaginación (o no? xD) que se agradecen.

Gracias por lo que dijiste, tu también parece que me vas a hacer pasar algún buen rato.

Saludos

Anónimo dijo...

No me digas que su abuelo y su abuela se han casado, ¿lo he adivinado?

Saludos.

p.d. el blog de pots es una mierda, ¿como lo dejas que comente?

Anónimo dijo...

Nunca hubiera pensado que saldría de ti un "Joder", te pega algo más sofisticado...

Anónimo dijo...

se habra puesto nervioso. aunque alejandro robles sea un getleman, sigue siendo un humano.

cleira dijo...

"teneis ustedes" ... Pensé qué estabas escolarizado y en colegio de pago.
Qué horror!

Y Rosy no se llamaría jamas una pija rica. Qué poco gusto y clase!

Anónimo dijo...

Coincido con alberto de mónaco en cuanto a lo de los abuelos...xD

Por cierto Cleira, no te horrorices tanto, que tu le has colocado una tilde by the face al primer "que".

Anónimo dijo...

Cleira, se le llama Rosy con cariño.

Eso le pasa a usted por no leer las entradas.